Síndrome del cuidador(a) cansado(a)
María es una mujer de cabello largo y de mirada profunda. Acaba de cumplir 50 años y sus tres hermanos están orgullosos de ella.
Se desempeñó hasta hace 5 años como contadora, momento donde inicio un proceso de cambio en su vida para cumplir un papel de una guerrera con una sonrisa como arma y un corazón como escudo, donde la misión más importante a partir de ese momento sería cuidar a su madre de 78 años con un diagnóstico de demencia senil y depresión.
Comenzó el viaje de María, dejando atrás su trabajo, amistades y una que otra ilusión en el tren, que llamamos destino e inicio el acompañamiento a su madre de ojos azules, perdidos en el horizonte y con recuerdos rotos del presente, sólo recordando momentos de carros antiguos, caras opacas, fantasmas y amores desvanecidos.
María está cansada, ha pasado tiempo y no tiene ayuda de ningún familiar, siente fatiga, insomnio, dolores articulares y musculares, resentimiento hacia los demás, pérdida de la energía, descuido por su aspecto personal, no se concentra, pesadillas, dificultad para relajarse y llanto fácil.
Consulta donde su médico y le hace el diagnóstico del síndrome del cuidador(a) quemado o cansado
Para prevenir este cuadro tan discapacitante debemos reconocer los síntomas del cuidador(a) , su estrés, sus emociones para mejorar su calidad de vida y que puede desempeñar sus funciones de una manera óptima y de forma positiva
Te propongo algo que podemos hacer:
1. Tener apoyo, solidaridad, comentar nuestros problemas en familia y que expectativas y miedos en el momento de iniciar el viaje.
2. Recuperar espacios perdidos para lograr una conexión con una sociedad abierta, sin aislarse de la vida social, familiar , laboral y que cuides tu salud con adecuada alimentación y ejercicio.
3. Recibir colaboración moral y económica de la familia.
4. Aprender a reconocer que cometemos errores por ser humanos.
5.Recuperemos la alegría de ser niños para disfrutar con nuestros seres que estamos cuidando y que no se convierta en obligación.
6. Si decides ser cuidador(a) , ten confianza en tí, respeta a la persona que cuidas y utiliza tu imaginación para crear nuevos escenarios.
7. Confía en la autonomía del enfermo.
8. Si piensas que estas a punto de tirar la toalla y con síntomas que te limitan pide ayuda, somos vulnerables.
9. Averigua sobre grupos de atención domiciliaria.
10.No olvides que la muerte es un evento natural y en el momento de la despedida vive el duelo sin miedo, con gran amor y al regresar de este viaje, tendrás una historia que contar donde el amor y la sonrisa se mezclan en ocasiones con las lágrimas y los recuerdos.