Cuando hablamos de epigenética nos referimos al estudio de como un gen que tiene una secuencia de ADN y guarda instrucciones para producir proteínas y según el entorno estos se puedan expresar o no. Piensa en un árbol de navidad donde algunas luces se encienden y otras se pueden apagar llevando a la producción de proteínas o de algunas funciones que son importantes para afrontar el ambiente actual según nuestro estilo de vida. Imagina que una mujer tiene gemelos los cuales son idénticos y tienen una carga genética igual. Dos familias que no se conocen adoptan a un pequeño niño que lo llamaremos Carlos y otra familia adoptan a Felipe. El ambiente de Carlos es toxico, cargado de dolor y angustia con una pésima alimentación y la familia de Felipe es serena, flexible, viven en el campo, hacen ejercicio y viven en armonía. ¿Les pregunto, quien creen que se puede enfermar más fácil? Si, muy bien Carlos puede llevar a presentar múltiples enfermedades por su contexto familiar y social. Esto es lo que llamamos epigenética, es el entorno el que enciende y activa el gen para crear enfermedades que sin variar la secuencia del ADN del gen si puede modificar la expresión.
Como vemos depende de nuestros hábitos, de nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestras creencias, como nos hablamos, como vivimos, como percibimos el mundo que pueden apagar o encender los genes para llevar a un ambiente interno caótico y con la génesis de patologías como la diabetes, aumento de tumores, la obesidad, las enfermedades mentales y las patologías autoinmunes. ¡¡Impresionante, no les parece!! Podríamos decir que la genética propone y la epigenética dispone como lo demuestra el artículo de Giacomo Cavalli y colaboradores donde el ambiente externo e interno afecta las señales de los genes para tener unas instrucciones favorables para crear un entorno sano o por lo contrario un medio hostil cargado de afecciones. Hemos cambiado nuestra forma de pensar y al principio se aseguraba que el código genético permanecía rígido hasta la muerte, hoy todo ha cambiado y con un pensamiento más flexible llega la epigenética y nos muestra otra cara muy diferente
¿Podemos programar nuestros genes?
¡¡¡Claro que sí!!!
Si creamos pensamientos flexibles con emociones adaptativas y conductas reflexivas los genes pueden activarse para generar bienestar y estar en sintonía con el ambiente que lo rodea.
Una alimentación saludable con vegetales, frutas, probióticos y baja en grasas saturadas, azucares refinados activa los genes para prevenir enfermedades cardiometabolicas.
El ejercicio activa nuestros genes para mejorar la calidad de vida bloqueando sustancias como el cortisol y aumentando las endorfinas La meditación es muy beneficiosa para activar genes y producir telomerasa una enzima para evitar el daño de los cromosomas y evitar el acortamiento de los telómeros que de una manera muy sencilla será útil para evitar la muerte celular.
Un comentario final para ti. Tu mundo lo construyes con tus sentidos, tus interpretaciones, tus creencias y con lo que piensas que eres capaz de hacer o de no hacer. Pregúntate hoy: ¿Qué he dejado de hacer para mejorar mi epigénetica? ¿Qué estoy haciendo que pueda alterar mis genes?